Mi historia comienza en el primer año de secundaria. El instituto estaba alejado de la zona donde yo vivía, por lo que no conocía a nadie. Poco a poco fui creando amistades, pero con mucha dificultad ya que no soy muy sociable. Y un día, 16 de Octubre para ser exactos, conocí al chico más guapo que había visto en la vida. No lo conocía, sólo lo miraba e intentaba llamarle la atención. Yo no soy del tipo de chicas que van detrás de los chicos, en realidad hasta ese mismo día no me había gustado nadie y la sensación de las mariposas en el estomago me gusto mucho me resulto hasta muy placentera. Guardé mi amor durante siete meses. Pero creo que era muy evidente ya que no paraba de hablar de el, de mirarle...mis amigas pronto se dieron cuenta. Aunque actuaron de forma positiva y en lugar de burlarse me ayudaron a conseguir más información sobre él. Cuatro meses después de conocerle supe que yo estaba cursando primero de la eso mientras el ya ese mismo año se graduaría y tenia la duda y la preocupación de que el destino los separara.El chico se llamaba Ismael. Un día de camino a casa, me di cuenta de que tras la salida del instituto el tomaba el mismo atajo que yo para llegar a casa.Yo no me atrevía ni a dirigirle la palabra ya que con los nervios no sabría que le podría decir, además para el yo ni siquiera existía era una mas que iba a su instituto porque él no sabía ni siquiera que yo existía ¿qué le diría? ¿Que le había estado observando desde hace meses? Eso sonaba incluso paranoico y psicópata. Hasta que por fin llegó mi oportunidad el14 de febrero. En mi instituto cada San Valentin las profesoras de lengua organizan unos buzones donde insertamos cartas para nuestros amores, y ellos tras unas horas las reciben.Recuerdo lo mucho que me esmeré en la carta con forma de corazón y las palabras que sentía. La noche del 13 de febrero, me la pasé haciendo una carta de dos hojas ya que no podía dormir por los nervios. En la carta le confesaba lo que llevaba sintiendo desde meses por el, si el amor no era correspondido yo lo comprendia pero que al menos me diese la oportunidad de tener su amistad. Llego el gran día en el que yo le hablaria, en las escaleras de delante del gimnasio donde el solía jugar al baloncesto. Cuando llegó traía con el una caja de bombones. Me entristecí, ya que sabia que no eran para mi. Ni siquiera quise saber a quien se lo entregaba y me fui corriendo al baño a llorar. Como siempre, el apoyo de mis amigas, me ayudó, y me animaron a que de todos modos le diera mi regalo, que se le veía un chico simpático y una amistad al menos no me la negaría. Entonces le esperé a salida. Recuerdo que me temblaban las piernas y me sudaban las manos cada vez que le veía pero mas esa vez ya que iba a dar un gran paso para mi. “Hola” le dije,mientras él hizo un gesto con la cabeza y sonrió, “Cómo es 14 de febrero quiero darte esto, feliz día” le entregué la carta que traía y me fui corriendo. Quizás fueron esas mis palabras o no con los nervios del momento, es lo único que recuerdo. Los días pasaban y yo no había recibido ninguna respuesta de el ni mala ni buena. Cuando nos encontrábamos en los pasillos pasaba de mi ni me miraba. Yo estaba muy nerviosa por saber lo que pensaba así que un día, ya casi para que acabara el curso, lo esperé a la salida y me acerqué. Pero el apenas verme puso una cara como que pesada esta chica y me miró con el ceño fruncido “Otra vez tú, ya deja de seguirme. Me das asco” No puedo describir lo que sentí en ese instante, me sentí completamente tonta si no le hubiera entregado la carta nada de esto hubiera ocurrido. Creo que dejé de sentir por el de un momento a otro. Lo curioso fue que no solté ni una lágrima en el trayecto a casa, pero apenas abrí la puerta de mi cuarto rompí a llorar. Las vacaciones de ese año estuve muy deprimida ya que para la primera vez que me enamoraba me lleve ese chasco, no quería salir a la piscina no comía casi nada, baje peso... Supongo que eso fue bueno, porque cuando volví a entrar al instituto, al mes de comenzar , un compañero de mi clase me pidió que fuera su novia. Yo acepté sólo por consuelo, porque a pesar de todo Ismael me seguía gustando mucho y haber si así le podía olvidar. Lo veía siempre desde lejos, pero siempre estaba entre sus amigos, nunca lo veía con chicas, lo cual me reconfortaba. Un día un amigo suyo se me acerco y me dijo:“¿Tú eres a la que le gusta mi amigo, no?” yo dije que si, sin saber si estaba al tanto de lo que había pasado, pero supongo que sí por lo que me contó luego: “Esta medio tonto, pero no le hagas caso, ese día andaba enfurecido. No fue nada contra ti ni mucho menos, al contrario, sonrió varias veces cuando leyó tu carta”. Y entonces, pareció en mi el sentimiento y de nuevo las mariposas en el estomago. “Tú síguele echando ganas, eh, quien la sigue la consigue”, me dijo entre muchas otras cosas. Y aunque sus palabras me animaron,ese año no llegue a tener nada con Ismael. Terminé con mi novio, porque no lo quería sinceramente y simplemente le utilizaba. Michael, como se llamaba su amigo, me contaba todo sobre él y eso me daba ventaja por encima de las demás chicas, porque él era muy popular ya que destacaba en todos los deportes y en los estudios era muy inteligente. Porque al siguiente año, cuando yo iba a tercero de la eso, él ya había entrado en segundo de bachillerato lo que me preocupaba ya que seria su ultimo año en el instituto antes de entrar a la universidad. Un día a la mañana me entere que el mismo chico que me gustaba a mi (Ismael) ,estaba saliendo con una de mis mejores amigas . Aunque eso me dolió, ya que la mala noticia venia de una amiga seguí insistiendo. Ismael era muy aficionado a la música y le gustaba tocar a la guitarra. Un día llegue a casa y le pedí a mis padres que me apuntaran a esa actividad fuera del horario lectivo. Pero como era muy caro y no tenían el dinero suficiente para pagármela, tuve que subir mis notas y buscar una beca. Y eso ha sido de mí, en este último año, me he matado estudiando para poder llegar a ser una gran persona con un gran trabajo, ya que hay muchos chicos en el mundo y algún día alguno me querra.Como dice mi madre Ismael fue mi primer amor y nunca se olvida,pero me conformare con que al menos ahora le puedo hablar como amiga. Incluso me busca cuando me necesita, ahora es cuando puedo decir que soy feliz :)
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